Así se excusaron desde la planta de ACA esta mañana ante los vecinos que, sofocados por una nube de polvillo, fueron a reclamar y a pedir nuevamente respuestas. Les explicaron que el polvillo con fuerte olor a veneno que se expandió rápidamente por todo el barrio Puerto, se debió a “un error humano”, por una cinta de carga que se abrió y tiró el cereal de golpe.
Ya llegando la tarde, al parecer, otro “error” hizo que el barrio se volviera un paisaje surrealista de niebla, que en realidad es polvillo, suspendida en el ambiente, ayudada por la falta de viento y baja presión que se vivió durante la jornada.
Los vecinos, indignados con la situación piden respuestas a las autoridades porque aseguran que no se puede respirar y recordaron que en su última visita a la ciudad, la gobernadora se comprometió a tomar cartas en el asunto.
Sin embargo, más allá de la buena predisposición del Director de Medio Ambiente, Martín Bruno que se apersonó en el lugar para dialogar con los damnificados, nada se ha hecho aún desde el OPDS, organismo provincial que se comprometió a tomar medidas ante un tema que afecta desde hace años no solo a esa barriada sino a gran parte de Quequén y Necochea.
